miércoles, 30 de marzo de 2011

PROTECTORES SOLARES A EXAMEN


Hace ya varios años que han aparecido en el mercado protectores solares con SPF 70, y para cualquier persona de piel clara esto podría ser una invitación a tomar el sol durante 12 horas sin temor a quemarse. Al fin y al cabo, cuanto mayor sea el número, mejor, ¿verdad? Sin embargo, antes de tumbarnos en la playa a tostarnos, hay un par de cosas que deberíamos saber acerca de SPF. ¿Qué es, exactamente? ¿Qué significan los números, y cómo de altos pueden ser?  

Tipos de filtros solares
Los protectores solares son cosméticos que ayudan a prevenir que los rayos ultravioletas (UV) lleguen a la piel, mediante la incorporación en la fórmula de un filtro solar.

Existen dos grupos de filtros solares, unos son de síntesis química y aparecen en las etiquetas como cinamatos, benzofenonas o derivados del benzimidazol. Estos actúan absorbiendo la radiación solar y son potentes alergenos y disruptores hormonales, es decir, interfieren en el correcto funcionameinto hormonal.

El otro grupo son filtro físicos o de pantalla, principalmente el dióxido de titanio o el óxido de zinc. Son sustancias minerales que forman una pantalla sobre nuestra piel que actúa refljando la luz solar. Solamente este tipo de filtros están permitidos en cosmética natural certificada ya que no son dañinos para le ser humano.  

La radiacion solar
Existen dos tipos de radiación ultravioleta, los rayos UVA y los rayos UVB, los cuales causan daños a la piel y aumentan el riesgo de cáncer de piel. La luz UVB es la principal causa de las quemaduras por el sol, mientras que los rayos UVA penetran en la piel más profundamente, se asocian con las arrugas, la pérdida de la elasticidad y otros efectos del fotoenvejecimiento. También agrava los efectos cancerígenos de los rayos UVB y cada vez más se considera la luz UVA un causante de cáncer de piel.

El sistema de medición de protección solar fue establecido por la FDA (Adm. de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos), para medir, principalmente, la cantidad de protección que el producto ofrece contra las quemaduras solares causadas por los rayos UVB. Todavía no se ha establecido un sistema para medir la protección contra los rayos UVA.

El Factor de Protección Solar (SPF), indica cuanto tiempo puede pasar al sol una persona antes de llegar a quemarse, usando un producto de protección solar. Para saber cuánto tiempo podemos permanecer al sol con un SPF X, utilizaremos la siguiente fórmula:

Minutos que podemos tomar el sol sin protección (y sin quemarnos) x SPF = minutos que podemos tomar el sol sin quemarnos con la crema

Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de 10 minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un SPF 15 (150 minutos o 2.5 horas). Pero antes de empezar a contar minutos y mediciones de protección solar, debemos saber que esta ecuación no siempre es exacta.

La gente suele utilizar mucho menos protector solar de la cantidad utilizada en las pruebas. En el mundo real, los amantes del sol utilizan la mitad de la cantidad de protector solar utilizada en el laboratorio, lo que podría originar una quemadura de sol en la mitad del tiempo. Además, a pesar de las indicaciones a prueba de agua o resistente al sudor, todos los protectores solares disminuyen su eficacia cuando se expone al agua o el sudor. Si uno no aplica la cantidad correcta y se va aplicando repetidamente, una estancia de 12 horas bajo el sol podría suponer quemaduras muy graves.

Así que por ahora sabemos, que un número de SPF alto significa más tiempo de exposición al sol y mayor nivel de absorción de los rayos UVB. Sin embargo este número no aumenta de manera exponencial según aumenta el número SPF, lo cual puede ser bastante confuso. Por ejemplo, un SPF de 15 absorbe el 93,3 por ciento de los rayos UVB, pero un SPF de 30 absorbe el 96,7 por ciento. El número de SPF se ha duplicado, pero la tasa de absorción se ha incrementado en sólo el 3,4 por ciento.

Debido al desconcierto acerca de la absorción de los rayos UVB, la FDA lleva años intentando prevenir las certificaciones engañosas (con un SPF 70 podríamos disfrutar del sol durante 700min, es decir 12h, sin ningún tipo de daño?). Las regulaciones finales, entrarán en vigor el 18 de junio de 2012, y los productos de protección solar que protegen contra todo tipo de daños a la piel causados por el sol llevarán la etiqueta «Amplio Espectro» y «SPF 15» (o mayor) en la parte del frente.

Las nuevas etiquetas también les indicarán a los consumidores en la parte de atrás del producto que los protectores solares con la etiqueta de «Amplio Espectro» y «SPF 15» (o más) no sólo protegen contra las quemaduras solares, sino que si se usan según se indica junto con otras medidas de protección solar, pueden reducir el riesgo de cáncer de piel y el envejecimiento prematuro de la piel. Para estos productos de amplio espectro, los valores de SPF (Sun Protection Factor/ Factor de Protección Solar) también indican niveles mayores de protección general.

Por el contrario, cualquier protector solar que no lleve la etiqueta «Amplio Espectro», ni que tenga un valor de SPF entre 2 y 14, sólo han demostrado que ayudan a prevenir las quemaduras solares.
 

Cómo protegernos del sol En conclusión un protector solar con un SPF más alto no ofrece una mayor protección contra los rayos UVB. Una vez que pasas SPF 30, la protección no aumenta de manera espectacular, y un número más alto puede dar una falsa sensación de protección. Así que en lugar de dejarnos llevar por el SPF cómo protector solar, os dejamos unas cuantas reglas sencillas para protegernos del sol.

  1. Conócete a ti mismo: Si eres más blanco que una hoja de papel, si su tía Enriqueta tiene cáncer de piel, o si eres sensible al sol a causa de un medicamento o una condición médica, toma medidas adicionales. Manténte alejado del sol tanto como sea posible, usa un sombrero cuando estés fuera, utiliza un protector solar de amplio espectro con un FPS alto y aplícatelo repetidamente

  2. Antes y durante: Para ser eficaz, la protección solar ha de ser completamente absorbida por la piel, por lo que debe ser aplicada de 15 a 30 minutos antes de exponerse al sol. Y deberemos aplicar el protector solar nuevamente por lo menos cada 2 horas o más seguido si está sudando o entrando y saliendo del agua.  

3. Vigila la aplicación solar: No importa cómo de alto sea el SPF, el protector solar sólo protege la piel que cubre. Las manchas más comunes están en la sien, las orejas, la nuca y la parte superior de los pies. Protege todas las partes que vayas a exponer al sol.  

4. Busca otros ingredientes en la etiqueta. Hay otros ingredientes a parte de los filtros solares que se incluyen en las formulaciones para proteger la piel de las quemaduras solares, evitan la deshidrtación y actúan suavizando la piel. Es por ejemplo el Aloe Vera (Aloe Barbadensis extract), la manteca de karité (Butirospermun parkii butter), o el aceite de aguacate (Persea Gartisima Oil) entre otros. Tambien el aceite de zanahoria (Daucus carota Oil) o el de Buriti ( Mauritia Flexulosa Fruit Oil) a la vez que nos pretegen broncean la piel.

jueves, 3 de marzo de 2011

PLANTAS MEDICINALES SOBRE LA PIEL


Las plantas se pueden emplear vía externa en forma de cataplasmas, baños o masajes, ya que los principios activos que contienen se absorben a través de la piel.

Os queremos describir algunas formas de aplicación o alguna receta práctica para dolencias comunes.

Cataplasmas: son preparaciones de planta fresca o infusión de planta, que se ponen directamente en contacto con la piel en la zona afectada. Se pueden prepara cataplasmas de planta fresca o cataplasmas de arcilla.

De planta fresca: la planta fresca se pone directamente en contacto con la zona afectada. Un ejemplo de este tipo de aplicación son las hojas frescas de col rizada o col blanca, que se puede utilizar para tratar problemas reumáticos, gota, lumbago, hinchazón o laringitis.

De arcilla:
la arcilla presentan numerosas propiedades, tiene la capacidad de absorber sustancias tóxicas que se eliminan a través de la piel y aporta minerales y oligoelementos al organismo. Para aplicar una cataplasma de arcilla se prepara la infusión de una o varias plantas y se añade la cantidad de arcilla necesaria hasta formar una pasta que se aplica sobre la zona afectada. Se recomienda la cataplasma de arcilla con infusión de cola de caballo y árnica en casos de contusiones e inflamación


Baños: es una forma de aplicación externa que consiste en sumergir el cuerpo o una parte del mismo en una gran cantidad de agua a la que hemos añadido la planta medicinal. Los principios activos penetran a través de los poros de la piel llegando a los órganos dañados. Los baños de pies, si se aplican ascendiendo poco a poco la temperatura, regulan el metabolismo y estimulan el riego sanguíneo, mejorando la circulación en las fosas nasales, las vías urinarias y el intestino. Se recomiendan los baños de pies a temperatura ascendente en casos de resfriados, rinitis, tos, infecciones urinarias y dolor de cabeza.

Masajes: es una técnica que incluye gran cantidad de disciplinas medicinales y que consiste en realizar diferentes movimientos con las manos generalmente sobre la musculatura del paciente. Existen muchos tipos de masajes medicinales y para aplicar estas técnicas se utilizan aceites, bálsamos o cremas que penetran en nuestro organismo y mejoran los órganos afectados.