1. No limpiar los pinceles y herramientas de maquillaje con
regularidad
No sé cuántas veces hemos oído a nuestra maquilladora hablar
de la importancia de limpiar los pinceles. Cada vez que usa un cepillo con una
clienta, lo lava. Y hay una razón más allá de la eliminación de los pigmentos
de color. ¿Habéis pensado en la gravedad en caso de propagación de bacterias de
una cara a otra por unos cepillos sucios? La "grasita" de la piel son los aceites propios y toxinas, si no limpiamos bien la piel esos aceites y bacterias quedan
en la superficie y pasan del pincel a nuestro maquillaje, contaminando todo lo
que tocan. Un pincel lleno de bacterias estropea totalmente el maquillaje y puede
ser la causa de la aparición de granitos faciales. En personas que se maquillan
diariamente se recomienda limpiar sus pinceles una vez a la semana, si nos
maquillamos con menos asiduidad deberíamos hacerlo mínimo 1 o 2 veces al mes, así
evitaremos infecciones y granitos.
2. Dormir con maquillaje
No importa si tu maquillaje dice que no obstruye los poros,
lo hará si te lo dejas durante toda la
noche porque la piel no podrá regenerarse adecuadamente. Es entonces cuando
terminamos con los poros tapados, acumulamos bacterias e inflamación que
provocan grandes espinillas.
Ojo! las toallitas desmaquillantes pueden ser útiles cuando estamos
demasiado cansadas para limpiarnos con agua y un poco de jabón, pero en
absoluto son una buena estrategia para todos los días. Si ponemos un poco de
cuidado en lavarnos la cara de manera correcta notaremos verdaderamente la diferencia en nuestra piel.
3. No cambiar la funda de la almohada y la toalla de cara a
menudo
Tener limpias las fundas de almohada (especialmente si has
estado durmiendo con maquillaje) y las toallas que utilizamos para secar nuestra
cara es super importante. Pasamos cerca de 8 horas con su cara en una almohada
por la noche. Si la funda está sucia, estamos durmiendo en células de polvo y
de piel muerta. Las toallas también pueden ser un caldo de cultivo para las
bacterias, por lo que es importante pensar qué está tocando nuestra piel. Y eso
nos lleva a por qué debes mantener las manos fuera de tu cara...
4. Tocar los granitos con los dedos
Está prohibido tocarnos la cara buscando granitos y
exprimiendo espinillas tanto si las hay como si no. Porque si intentamos
quitarlos sólo conseguiremos infectar la piel de nuestra cara, hacer el grano aún más feo y crear una cicatriz. Así que
hay que tener cuidado, si tenemos muchísimas ganas de quitar alguno, mejor
mojar un algodón en el tónico y pasarlo por la piel, para refrescar la cara
hasta que se os quiten las ganas de tocar cualquier granito.
5. Broncearse sin protección
Tomar el sol no elimina el acné, en sí mismo. Cuando pasamos tiempo al
aire libre y la piel se broncea, el enrojecimiento baja su intensidad, pero
cuando el bronceado se vaya los granitos seguirán ahí. Y exponerse al sol sinla protección adecuada puede resecar, irritar o quemar tu piel. Antes de
exponerte al sol protege tu piel siempre con un protector solar y siempre
puedes buscar una marca “no acnegénica” que no obstruirá tus poros y por tanto
no empeorará el acné.
6. Usar demasiados tratamientos antiacné o sobre limpiar la piel
Esto es lo que me gusta llamar "agobiar a tu
piel." Todo el mundo quiere que su acné desaparezca rápidamente, así que
podrías tener la tentación de untarte con los productos del tratamiento varias
veces al día. El exceso de medicamentos tópicos no puede hacer daño, ¿verdad? Pues sí, la aplicación de demasiados tratamientos o
aplicarlos con demasiada frecuencia, no hará desaparecer el acné más
rápidamente. Lo más que conseguiremos será causar sequedad excesiva,
enrojecimiento, descamación e irritación.
En un esfuerzo por desintoxicar la piel, mucha gente se
frota excesivamente, mañana y noche con productos de limpieza fuertes o
abrasivos hechos para la piel grasa. Esto sólo seca la piel, y no trata en
realidad la causa de raíz. La principal causa del acné es una sobreproducción de
sebo por las glándulas sebáceas situadas en la raíz de los folículos pilosos,
pero una limpieza demasiado agresiva para
nuestra piel la reseca en exceso y acabará produciendo más sebo para suplir la falta de agua. Y es que no nos cansamos de repetir que a la piel grasa también hay que hidratarla, se le debe aportar agua. Nuestra recomendación es que busques una crema ligera y fresca específica para la piel grasa que ayude a desinfectar y astringir la piel.
Por último, recordamos que muchos de los ingredientes artificiales utilizados en cosmética convencional son terribles para la piel. Aquí se
incluyen, entre otros:
aceite mineral
vaselina
lanolina
perfume
colores
artificiales
alcohol
7. Tratar la salud de la piel sólo desde el exterior
La piel es un reflejo de nuestro interior. Así que el acné podría ser el resultado de una
combinación de un desequilibrio hormonal, producción de exceso de sebo,
estrés, tabaquismo, alergias a alimentos y azúcar en la sangre a partir de una
dieta poco saludable. Si bien es útil tratar adecuadamente la piel por vía tópica, el verdadero cambio del estado de nuestra piel vendrá al abordar el equilibrio
interno del cuerpo y entender nuestra salud de forma integral.